Día 30: El día que tuvimos que adaptarnos al paro francés...

6.30 sonó el despertador, hicimos el check out y nos fuimos a la estación a tomarnos el tren ya que a las 7.23 salíamos rumbo a Aviñón donde nos teníamos que tomar un micro de una estación a la otra, ya que llegamos en un TGV y nos íbamos en un regional.
Llegamos a la hora prevista a Aviñón y nos tomamos ese bus, dejamos las valijas en el locker y nos fuimos a recorrer el pequeño pueblo para llegar al famoso puente de la canción.

 

(Teatro Nacional)

 

(Residencia Papal)

Después de atravesar el pueblo nos sacamos foto con el puente y volvimos a la estación donde conocimos a tren chicas argentinas que también iban para Barcelona y que les paso al revés que a nosotras, ellas querían viajar el 25 y no consiguieron lugar.

 

(Sobre el puente de Aviñón todos bailan, todos bailan...)

A la hora prevista arranco nuestro tren de una hora a Montpellier, lugar donde teníamos que cambiar de tren a un Talgo (tren español).
Nos sentamos en unos silloncitos frente al lugar donde se ponían las valijas y nos dispusimos a transitar tranquilas esa hora de tren. 15 minutos antes de llegar a nuestra ciudad de destino, o un poco antes, se sube un francés al tren (nuestro vagón debía tener 10 asientos vacios) y se sienta en frente nuestro, pero para eso tiro dos valijas al piso y nos putea a nosotras como si esas valijas fuesen nuestras a lo que le respondo q no son nuestras y el muy pelotudo no sabía qué cara poner así que siguió refunfuñando mirando por la ventana, Tef y yo, cagadas de risa.
Llegamos a Montpellier, esperamos la media hora que teníamos que esperar y volvimos a salir en un viaje de casi 5 horas a Barcelona. En el viaje nos pusimos a charlar con un americano y un taiwanés que venían del festival de Cannes porque el taiwanés compitió ahí.
Entre charlas, el viaje se paso rápido. Llegamos a las 20.10 a Barcelona, le mande mensaje a Gra que ya estábamos en la estación de Francia y que ya nos tomábamos algo para ir a Sants, así nos encontrábamos en el andén 8, donde habíamos quedado.
Llegamos al punto de encuentro y al ratito llego Gra, después de decirme que estoy igual a papa, nos subimos al tren con destino a Premia de mar.
De la estación nos fuimos a buscar el auto de Gra y vinimos para la casa después de pasar por el centro del pueblo.
Cenamos, nos bañamos y a dormir, eran las 3 de la mañana y estábamos despiertas desde las 6.30.