viernes, 14 de mayo de 2010

Día 18: De Ljubljana a Venecia previo paso por Verona...

Nos subimos al tren que partía a las 2.28 y nos ubicamos en nuestro compartimento de 6 en el que solo había un tano.
Con un poco de cagazo nos fuimos quedando dormidas, por primera vez dormí más que Tef porque no podía dormir ya que tenía frio, cuando me levanté, subí la calefacción y logró conciliar el sueño.
Llegaba a un país conocido, 2da vez en 3 años que visitaba Italia.
La forma alargada de Italia implica que hay que emplear bastante tiempo en algunos viajes. Roma, Florencia y Venecia, son los principales destinos turísticos, pero hay otras poblaciones históricas que bien merecen desviarse durante un par de días. Las antes nombradas ya eran conocidas por mí, pero en esta ocasión iba también a visitar las casas de Romeo y Julieta, deslumbrarme con la belleza de Capri y sorprenderme con la historia de Pompeya.
Ingresamos al país desde el noreste, dormidas cruzamos la frontera y amanecimos en una ciudad nueva, pero dejamos los canales venecianos atrás y cambiamos de tren para irnos a explorar la cercana ciudad de Verona.
Después de un viaje de aproximadamente 2hs llegamos a la ciudad de Romeo y Julieta. Decir que Shakespeare se inspiró acá para su novela seria falso, ya que nunca salió de Gran Bretaña, pero bueno, por esta vez y estando en Verona voy a creer en la historia para que todo lo que visite tenga algo de sentido.
Dejamos nuestras valijas en la estación y arrancamos la visita por el Anfiteatro, parecido al de la capital pero más chico.



Después de entrar en una heladería de dueños argentinos y ver que tenían helado de dulce de leche, algo que no compramos, seguimos camino hacia la plaza principal, la plaza Erbe. Muy cercana a esta se encuentra la Torre de Lamberti, punto panorámico de la ciudad, al cual accedimos presentando las credenciales de periodista. Luego de realizar la sesión de fotos correspondiente hacia los 4 puntos cardinales, nos dirigimos, ahí sí, hacia los atractivos principales de la ciudad.
Primero ingresamos a la casa de Giulietta, donde se puede observar el tan famoso balcón y una estatua dedicada a la protagonista de la novela que dicen, trae suerte tocarle el seno derecho. La casa se encuentra íntegramente cubierta de papeles con nombres de enamorados, que dejan plasmados sus nombres en señal de buen augurio a la pareja.


Una vez abandonada la casa de Giulietta, nos dirigimos hacia la de Romeo, nos fue complicado encontrarla, ya que, a diferencia de la de Giulietta, la de él, pasa desapercibida.


Después de visitar las casas, nos fuimos hasta el duomo y a recorrer la orilla del rio Adige hasta llegar a la tumba de Giulietta, la estafa más grande de la historia (la cual no abonamos por la credencial de Telefe) un monolito de piedra que supuestamente es la tumba. Para llegar hasta ahí, nos tuvimos que atravesar TODA la ciudad.


Emprendimos el regreso a la estación y de ahí nuevamente a Venecia.
Una vez llegadas a Santa Lucia (estación de Venecia insular), nos tomamos el vaporetto y nos bajamos en la estación La Zitelle, en la vecina isla de Giudecca, donde se encontraba nuestro hostel. Después de alojarnos, nos sentamos un rato en la puerta a contemplar la maravillosa vista de Venecia al atardecer.
Nos quedamos charlando con Martin, Maggie y el búlgaro (nunca supe el nombre) y después de darnos una ducha reparadora, a dormir.

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