jueves, 6 de mayo de 2010

Día 10: Múnich...


Teníamos planeado levantarnos a las 9 pero las americanas empezaron a hacer ruido y nos levantamos después de dar vueltas en la cama a las 8.30. Nos cambiamos y a las 9.15 salimos bajo la lluvia hacia Marienplatz (la plaza central de Múnich). Buscamos súper para desayunar pero no encontramos nada así que nos tomamos el jugo que nos quedaba de ayer mientras íbamos llegando al punto de encuentro del free tour.
A las 10.45 arrancó la guiada en español con David a la cabeza (que no le llegaba ni a los talones a Jacobo, nuestro guía de Berlín). Éramos un grupo que estaba dividido entre españoles y argentinos y uno solo de todo el tour era de Ecuador.

Empezamos viendo la columna de María, el nuevo ayuntamiento donde hay dos balcones con figuras que bailan y celebran una justa de caballeros al compás de las campanadas, el viejo ayuntamiento, la frauenkirke (catedral de Múnich), la residencia, el monumento a los generales bávaros, el callejón donde caminaban los que querían evitar el monumento a los mártires de guerra (ya que sino tenían que hacer el saludo al furer), de ahí fuimos caminando por adoquines dorados (representan a las víctimas del nacional socialismo) a la ópera donde en la plaza se encuentra la escultura de Maximiliano I (el 1er rey de Baviera) y Luis I (el hijo) lo mira desde un balcón cercano. Después de eso y atravesando la calle mas exclusiva de Múnich, llegamos a la Hofbrahaus, la cervecería más famosa, donde hicimos una parada de 20 minutos.

Cuando retomamos el tour, fuimos al mercado, donde vimos un jardín cervecero, de ahí a la iglesia que tiene solo una parte vieja, frente a la del espíritu santo y después de eso frenamos en la puerta del museo del juguete ya que arriba, Hitler mando perseguir a los judíos denominando esa noche, la noche de los cristales rotos ya que se destruyeron todas las sinagogas y templos judíos.
De ahí, nos fuimos a ver el balcón de los monos y termino la guiada.
Tranquilas, nos fuimos a recorrer el centro mientras la lluvia iba cesando.
Entramos a cuanto negocio quisimos y terminamos a las 5 de la tarde almorzando en Burger de la estación. De ahí al súper a comprar la comida para mañana y luego hostel.
Internet, teléfono, ducha y 0 ganas de cocinar y de comer así que, a la camucha.

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