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jueves, 27 de enero de 2011

Día 5: 66 años después...

Nos levantamos temprano, nos esperaba un largo día.
Yo seguía con fiebre y el empastillarme me daba sueño.
Desayunamos y salimos.
Aunque el nombre Oswiecim no diga demasiado, su traducción al alemán Auschwitz es sinónimo de terror en el mundo entero. Fue aquí, cerca de la pequeña ciudad de Oswiecim, unos 55km al oeste de Cracovia, donde los nazis establecieron su mayor complejo de campos de concentración y exterminio. El campo de Auschwitz abrió en junio de 1940 y en marzo de 1941 se abrió otro mucho más grande en la cercana Birkenau (Brzezinka en polaco). En total, fueron más de un 1.500.000 de judíos los que se asesinaron aquí. Las cámaras de gas permanecieron en funcionamiento desde 1942 hasta enero de 1945, cuando los ejércitos soviéticos liberaron los campos.
La zona ha sido declarada patrimonio de la humanidad y los dos campos se conservan como parte del muzeum Oswiecim-Brzezinka, que con ellos advierte a las generaciones futuras sobre la capacidad de crueldad en los hombres. Muchos edificios fueron destruidos tras la partida de los nazis, pero la entrada sigue en pie (replica, la original fue robada el año pasado, recuperada pero se encuentra en el museo) y en ella puede leerse la escalofriante frase Arbeit Macht Frei.
Cuando llegamos, nos dirigimos al campo de exterminio pero nos dicen que no podemos entrar porque había un acto conmemorativo a los 66 años de la liberación del campo y que terminaba a las 14, así que, subimos a la guía al micro y recorrimos 3km para llegar al campo Auschwitz II (Birkenau para los amigos). Todo esto lo logramos después de 45 minutos de luchar por entrar, algo muy loco, ya que 66 años atrás, la gente daba la vida por salir de esos alambrados electrificados y nosotros nos desesperábamos por poder entrar.

(Alambrado de Auschwitz)

Llegamos a Birkenau y nos mandamos directo al campo sin siquiera parar en la puerta. La guía una grossa! Nos contó entre otras cosas que Birkenau era casi exclusivamente un campo de judíos, que a casi el 80% de los judíos no lo registraban porque las vías del tren llegaban directo a las cámaras de gas y crematorios 2 y 3, que los únicos que iban engañados a los campos eran los judíos y un par de cosas más. En cuanto a la visita, se limitó a una recorrida por el campo, la observación de las cámaras de gas y de los crematorios destruidos y de miles de barracones que ya no están.

(Crematorios destruidos)

(Vagon en el que transportaban a los prisioneros)

Cuando terminamos de visitar el interior nos fuimos a la puerta del campo, tan famosa como la de Auschwitz y logramos sacar alguna foto de las vías entrando al campo de la muerte.

(Vias y entrada a Birkenau)

Cuando todos obtuvimos nuestra foto y siendo ya las 14.30 nos volvimos a Auschwitz, ahí estaba, la frase Arbeit Macht Frei (el trabajo os hará libres).

(Auschwitz)

Este campo era un campo de prisioneros soviéticos y políticos, muy pocos judíos. Los barracones eran de ladrillo y contaba con otras comodidades distintas a las de los barracones de Birkenau.
Dentro de los barracones se pueden observar muestras de materiales y cosas que encontraron en los campos, por ejemplo, gafas, valijas, los boletos de tren, etc, pero sin duda lo más impresionante fueron 2tn de pelo humano que los nazis usaban para fabricar tela, en esa sala estaba prohibido sacar foto debido a que son restos humanos y por respeto no lo permitían. Toda la muestra se encuentra acompañada por fotos de los prisioneros a ambos lados de cada uno de los pasillos que unen las muestras.
Entramos también a la parte de las cárceles donde había un calabozo que se llamaba el de estar de pie, ya que media literalmente 1×1 y hacían quedarse a 4 personas a la vez, eso podía ser por una noche como también por 11 o 15.
Después de ver todo, incluso un crematorio reconstruido, nos fuimos para Praga.

(Horno Crematorio)

Viaje eteeeerno si los hay. Llegamos a las 4 am al hostel después de haber cenado en beit jabad.

miércoles, 26 de enero de 2011

Día 4: Cracovia...

El día comenzó temprano, con recorrida por varios templos y luego una caminata eterna hasta la fábrica de Schindler.
Cracovia fue durante casi 6 siglos la capital de Polonia y la ciudad más grande del país. Si bien la capital en 1956 fue trasladada a Varsovia, Cracovia sigue siendo considerada la capital oficial. Esta ciudad, apenas sufrió daños en la segunda guerra mundial, es por esto que atrae a multitud de visitantes. La restauración de numerosos edificios y monumentos en los últimos años le devolvió el majestuoso aspecto de antaño.
Una de las sinagogas que visitamos fue la Sinagoga Vieja. Ésta se encuentra en el barrio judío de Cracovia, establecido en el barrio Kazimierz, al este del monte Wawel. Cuando estalló la II guerra mundial, la zona contaba con una comunidad de unos 70.000 judíos. Los nazis los trasladaron a todos al otro lado del rio, donde se encontraba el Ghetto y desde allí fueron deportados a los distintos campos de concentración, la gran mayoría a Auschwitz II.
La sinagoga vieja fue restaurada  tras la guerra, hoy ya no se utiliza como lugar de culto sino que alberga el Museo Judío.
En la misma calle se encuentra la sinagoga Remu`h, también la visitamos, ésta si sigue funcionando como tal y debe su nombre a Moisés Remu`h, cuya tumba se encuentra en el vecino cementerio y atrae a miles de peregrinos de todo el mundo.

(Sinagoga Remu`h)

Al salir de la sinagoga nos dirigimos al cementerio en donde los nazis destruyeron la mayoría de las tumbas.
Desde allí comenzamos la caminata hacia la fábrica de Schindler, la cual abrió sus puertas como museo en junio de 2010.

(Camino a la Fábrica)

Es en el mismo lugar donde Steven Spilberg filmó la tan famosa película.
En esta fábrica, Oskar Schindler (que perteneció a la guardia nazi de las SS en la Segunda Guerra Mundial) salvó a unos 1300 judíos polacos de morir en los campos de concentración, dándoles trabajo. Primero se fabricaban ollas y otros materiales de cocina, posteriormente se fabricó munición.
En la fachada de la fábrica hay una placa en la que se lee “El que salva una vida, salva el mundo entero”.
La verdad, el museo de la fábrica no me interesó demasiado, contaba la historia de Cracovia en la época de la guerra pero nada más que eso, así que fue bastante veloz y después como hacía mucho frío y estábamos lejos vino el micro a buscarnos.
Desde allí, nos fuimos una hora al barrio histórico de Cracovia. Realmente hermoso!
El micro nos dejó frente al Wawel (dentro del complejo se encuentra el Castillo Real), y nos adentramos en una calle peatonal que desembocaba a la Plaza del Mercado.
(Wawel)

(Centro de Cracovia)

La plaza está prácticamente dividida en dos por el ornamentado mercado textil. En la plaza, se encuentra la torre del ayuntamiento, una reliquia del ayuntamiento gótico original.

(Llegando a la plaza central)

Los edificios que rodean la plaza, conservan elementos de todos los períodos de la historia de la ciudad.
El edificio del Mercado Textil, data del Medioevo, cuando era un mercado cubierto. Fue reconstruido luego de sufrir un incendio en 1555 y fue en ese momento que se le añadieron las arcadas tan características.

(Mercado Textil)

Después de esa hora recorriendo el centro, nos fuimos a Beit Jabad a cenar y al hostel, mañana, Auschwitz, Birkenau y un largo viaje a Praga.

martes, 25 de enero de 2011

Día 3: De Varsovia a Cracovia, pasando por Majdanek...

A las 7 nos encontrábamos en la puerta de nuestro hostel, desayunamos y nos fuimos.
Lo primero que visitamos fue la Umshlagplatz (era de donde salían los trenes con destino a Treblinka, otro campo de concentración, el más cercano a Varsovia) donde hoy en día hay una especie de conmemoración a los judíos muertos en los campos y el monumento representa un vagón abierto.
(Umshlagplatz)


Desde ahí caminando un par de cuadras llegamos al monumento a la resistencia, dedicado a los judíos que lucharon en el levantamiento del ghetto de Varsovia. El levantamiento en 1943 fue un acto de desafío heroico contra los nazis que se planteó como un modo honroso de morir. El monumento fue erigido para conmemorar este evento. Se eleva en el centro del antiguo Ghetto. En él se reproducen a hombres, mujeres y niños luchando por huir de un ghetto en llamas, junto a una procesión de judíos de camino a los campos de exterminio nazi.
(Caminando al Monumento a la Resistencia) 

(Monumento a la Resistencia)

Después de una foto grupal de más de 95 personas, nos subimos al micro y partimos rumbo a Lublin y Majdanek.
El viaje a Majdanek dura aproximadamente 1hs y pico, antes pasamos por Lublin a ver la ieshiva y seguimos camino al campo de concentración y exterminio.

(Ieshiva de Lublin)

Algo muy loco pasa con éste campo de exterminio, se encuentra en el medio de la ciudad, uno va por la calle central de la ciudad y así como si nada, aparece. El campo se encuentra a 4km de Lublin, cercano a la frontera con Ucrania, fue por esa cercanía que los nazis no pudieron desmantelarlo y se encuentra casi intacto.
Majdanek es uno de los dos campos de concentración en los que se usaron Zyklon B (el otro fue Auschwitz) como gas exterminador, al igual que monóxido de carbono. Con la llegada del ejército rojo en julio de 1944, el campo fue evacuado, siendo el crematorio el único lugar que los nazis consiguieron destruir antes de la fuga. Es por eso que Majdanek es el mejor conservado de los campos del Holocausto.
Llegamos a Majdanek y empezamos a recorrer el campo con un guía que no sabía un carajo y por el cual Yoel se arrepintió de contratarlos. El campo es grande, quedan en pie los barracones, cámaras de gas y hornos crematorios (reconstrucción), sin duda la parte más impresionante fue llegando al final de la visita, donde se observa una montaña de cenizas que se encontraron luego de la liberación del campo.
(Cenizas humanas)

Pudimos entrar a 3 o 4 barracones en los cuales vimos las camas donde dormían, una maqueta de como era el campo originalmente y de cómo iba a ser realmente y otra de las cosas impresionantes que vimos fueron 42.500 pares de zapatos…
Haberlo recorrido en invierno fue duro, no solo por el hecho de que realmente hacía frío, sino porque constantemente se te viene a la cabeza el sufrimiento de la gente que vivía ahí, desprovistos de prendas de abrigo, muchas veces sin siquiera zapatos. Pensar que nosotros teníamos pantalones pesados, dos o tres prendas en el torso, campera de nieve, doble par de medias, guantes, bufandas, gorros y zapatillas resistentes y sin embargo así, teníamos frío.

(Majdanek)

Cuando salimos del campo, nos subimos al micro y nos fuimos a Cracovia.
En el viaje ya me sentía mal, resulto que tenía fiebre.
Aproximadamente 5 hs más tarde llegamos a Cracovia, directo a beit jabad a cenar y desde ahí, hostel y a dormir.