martes, 25 de enero de 2011

Día 3: De Varsovia a Cracovia, pasando por Majdanek...

A las 7 nos encontrábamos en la puerta de nuestro hostel, desayunamos y nos fuimos.
Lo primero que visitamos fue la Umshlagplatz (era de donde salían los trenes con destino a Treblinka, otro campo de concentración, el más cercano a Varsovia) donde hoy en día hay una especie de conmemoración a los judíos muertos en los campos y el monumento representa un vagón abierto.
(Umshlagplatz)


Desde ahí caminando un par de cuadras llegamos al monumento a la resistencia, dedicado a los judíos que lucharon en el levantamiento del ghetto de Varsovia. El levantamiento en 1943 fue un acto de desafío heroico contra los nazis que se planteó como un modo honroso de morir. El monumento fue erigido para conmemorar este evento. Se eleva en el centro del antiguo Ghetto. En él se reproducen a hombres, mujeres y niños luchando por huir de un ghetto en llamas, junto a una procesión de judíos de camino a los campos de exterminio nazi.
(Caminando al Monumento a la Resistencia) 

(Monumento a la Resistencia)

Después de una foto grupal de más de 95 personas, nos subimos al micro y partimos rumbo a Lublin y Majdanek.
El viaje a Majdanek dura aproximadamente 1hs y pico, antes pasamos por Lublin a ver la ieshiva y seguimos camino al campo de concentración y exterminio.

(Ieshiva de Lublin)

Algo muy loco pasa con éste campo de exterminio, se encuentra en el medio de la ciudad, uno va por la calle central de la ciudad y así como si nada, aparece. El campo se encuentra a 4km de Lublin, cercano a la frontera con Ucrania, fue por esa cercanía que los nazis no pudieron desmantelarlo y se encuentra casi intacto.
Majdanek es uno de los dos campos de concentración en los que se usaron Zyklon B (el otro fue Auschwitz) como gas exterminador, al igual que monóxido de carbono. Con la llegada del ejército rojo en julio de 1944, el campo fue evacuado, siendo el crematorio el único lugar que los nazis consiguieron destruir antes de la fuga. Es por eso que Majdanek es el mejor conservado de los campos del Holocausto.
Llegamos a Majdanek y empezamos a recorrer el campo con un guía que no sabía un carajo y por el cual Yoel se arrepintió de contratarlos. El campo es grande, quedan en pie los barracones, cámaras de gas y hornos crematorios (reconstrucción), sin duda la parte más impresionante fue llegando al final de la visita, donde se observa una montaña de cenizas que se encontraron luego de la liberación del campo.
(Cenizas humanas)

Pudimos entrar a 3 o 4 barracones en los cuales vimos las camas donde dormían, una maqueta de como era el campo originalmente y de cómo iba a ser realmente y otra de las cosas impresionantes que vimos fueron 42.500 pares de zapatos…
Haberlo recorrido en invierno fue duro, no solo por el hecho de que realmente hacía frío, sino porque constantemente se te viene a la cabeza el sufrimiento de la gente que vivía ahí, desprovistos de prendas de abrigo, muchas veces sin siquiera zapatos. Pensar que nosotros teníamos pantalones pesados, dos o tres prendas en el torso, campera de nieve, doble par de medias, guantes, bufandas, gorros y zapatillas resistentes y sin embargo así, teníamos frío.

(Majdanek)

Cuando salimos del campo, nos subimos al micro y nos fuimos a Cracovia.
En el viaje ya me sentía mal, resulto que tenía fiebre.
Aproximadamente 5 hs más tarde llegamos a Cracovia, directo a beit jabad a cenar y desde ahí, hostel y a dormir.

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