miércoles, 26 de enero de 2011

Día 4: Cracovia...

El día comenzó temprano, con recorrida por varios templos y luego una caminata eterna hasta la fábrica de Schindler.
Cracovia fue durante casi 6 siglos la capital de Polonia y la ciudad más grande del país. Si bien la capital en 1956 fue trasladada a Varsovia, Cracovia sigue siendo considerada la capital oficial. Esta ciudad, apenas sufrió daños en la segunda guerra mundial, es por esto que atrae a multitud de visitantes. La restauración de numerosos edificios y monumentos en los últimos años le devolvió el majestuoso aspecto de antaño.
Una de las sinagogas que visitamos fue la Sinagoga Vieja. Ésta se encuentra en el barrio judío de Cracovia, establecido en el barrio Kazimierz, al este del monte Wawel. Cuando estalló la II guerra mundial, la zona contaba con una comunidad de unos 70.000 judíos. Los nazis los trasladaron a todos al otro lado del rio, donde se encontraba el Ghetto y desde allí fueron deportados a los distintos campos de concentración, la gran mayoría a Auschwitz II.
La sinagoga vieja fue restaurada  tras la guerra, hoy ya no se utiliza como lugar de culto sino que alberga el Museo Judío.
En la misma calle se encuentra la sinagoga Remu`h, también la visitamos, ésta si sigue funcionando como tal y debe su nombre a Moisés Remu`h, cuya tumba se encuentra en el vecino cementerio y atrae a miles de peregrinos de todo el mundo.

(Sinagoga Remu`h)

Al salir de la sinagoga nos dirigimos al cementerio en donde los nazis destruyeron la mayoría de las tumbas.
Desde allí comenzamos la caminata hacia la fábrica de Schindler, la cual abrió sus puertas como museo en junio de 2010.

(Camino a la Fábrica)

Es en el mismo lugar donde Steven Spilberg filmó la tan famosa película.
En esta fábrica, Oskar Schindler (que perteneció a la guardia nazi de las SS en la Segunda Guerra Mundial) salvó a unos 1300 judíos polacos de morir en los campos de concentración, dándoles trabajo. Primero se fabricaban ollas y otros materiales de cocina, posteriormente se fabricó munición.
En la fachada de la fábrica hay una placa en la que se lee “El que salva una vida, salva el mundo entero”.
La verdad, el museo de la fábrica no me interesó demasiado, contaba la historia de Cracovia en la época de la guerra pero nada más que eso, así que fue bastante veloz y después como hacía mucho frío y estábamos lejos vino el micro a buscarnos.
Desde allí, nos fuimos una hora al barrio histórico de Cracovia. Realmente hermoso!
El micro nos dejó frente al Wawel (dentro del complejo se encuentra el Castillo Real), y nos adentramos en una calle peatonal que desembocaba a la Plaza del Mercado.
(Wawel)

(Centro de Cracovia)

La plaza está prácticamente dividida en dos por el ornamentado mercado textil. En la plaza, se encuentra la torre del ayuntamiento, una reliquia del ayuntamiento gótico original.

(Llegando a la plaza central)

Los edificios que rodean la plaza, conservan elementos de todos los períodos de la historia de la ciudad.
El edificio del Mercado Textil, data del Medioevo, cuando era un mercado cubierto. Fue reconstruido luego de sufrir un incendio en 1555 y fue en ese momento que se le añadieron las arcadas tan características.

(Mercado Textil)

Después de esa hora recorriendo el centro, nos fuimos a Beit Jabad a cenar y al hostel, mañana, Auschwitz, Birkenau y un largo viaje a Praga.

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