jueves, 29 de abril de 2010

Dia 3: Bruselas y Brujas

Si bien el despertador estaba puesto para las 08.00, yo amanecí a las 6,45 y me quede haciendo tiempo hasta las 7,55 para despertar a Tef, pensando que me iba a decir, “espera, ya me levanto”, pero no fue así, apenas le dije Tef, ella ya estaba despierta, con las zapatillas puestas y los dientes cepillados jejeje.
Bajamos al salón común a tomar nuestro desayuno, era bastante completo y aprovechamos para armar los sándwiches para el almuerzo en la cercana ciudad de Brujas.
Buscamos nuestras mochilas en la habitación y partimos rumbo a la estación de subte más próxima para dirigirnos hasta Heysel, donde se encuentran el Atomium y el Brupark.
Las dos boludas, se tomaron el subte en la dirección contraria, gracias a d’s era un recorrido circular, por lo tanto llegamos igual al destino deseado.
Una vez que bajamos del subte visualizamos el Atomium, un átomo magnificado 165 billones de veces, que fue, como la torre Eiffel en Paris, producto de una exposición.

Después de realizar la sesión de fotos correspondiente nos fuimos al Brupark, donde se encuentra el Mini Europe, un parque temático donde podemos observar las edificaciones más significativas de Europa, en tamaño reducido, claro está. Habíamos acordado con Tef que si nos cobraban la entrada no ingresábamos. Presentamos la credencial de “Telefe” y nos brindaron las entradas a precio €0!
Si bien está delimitado el recorrido a realizar, tuvimos que desviarnos por urgencias para usar los sanitarios. Una vez terminado el “tramite” continuamos con nuestro recorrido. A lo largo de una hora más o menos pasamos por todos los países de Europa.

Volvimos a la estación de subte y de ahí a Gare du Midi, buscamos las valijas en los lockers y compramos el boleto para ir de Bruselas a Brujas.
Después de 1 hora de viaje, arribamos a Brujas, buscamos los lockers, armamos un bolsito para las dos y nos fuimos en busca de nuestro hostel. Llegamos después de preguntar varias veces y sin respuestas satisfactorias.
El hostel, estaba bueno, salvo que eran 3 pisos por escalera caracol y muy angostas. El recepcionista se hacia el simpático tratando de hablar en español y nos asustaba, sobre todo a Tef que me miraba espantada.
Subimos a nuestra habitación, armamos el itinerario y salimos a conocer esta ciudad tan medieval como pintoresca. La verdad es que tenía muchas expectativas puestas en Brujas por todo lo que me habían hablado y me decían que era hermosa y cierto es que supero mis expectativas.
Por donde mires, te deslumbra. Pasamos por la iglesia de nuestra señora, por la iglesia a la santa sangre y llegamos a la Markt, la plaza central. QUE HERMOSURA! Con sus construcciones una de cada color con hastial, el Belfort (campanario del siglo XIII), todo realmente hermoso. Desde allí, seguimos camino hasta otra plaza llamada Burg, donde se encuentra el ayuntamiento (uno de los más antiguos de Bélgica), puentes y puentes (que le dan el nombre a la ciudad: Brugge = puente), teatro nacional y a volver a la Markt, que todavía era temprano y teníamos tiempo.


Después de comprarnos un celular cada una, enfilamos para el supermercado, así comprábamos la comida y emprendíamos la vuelta al hostel. Como siempre hasta ahora encontramos un Carrefour express, donde adquirimos una bolsa de croquetas de papa, el problema iba a ser cocinarlas, algo que hasta ese momento no lo sabíamos, terminó el kilo de croquetas en la basura (llegamos al hostel y no entendiamos como prender el horno, decidimos hacerlas en la sarten, ahora empezaba la busqueda de un poco de aceite o de manteca para ponerle, pero claro, naaaaadie tenia aceite, asi que, vimos un aerosol que a nuestro entender era Fritolin belga, rociamos algunas y las mandamos a la sarten mientras intentabamos prender el horno. El horno prendio y las cambiamos de la hornalla al horno, despues de 20 minutos la comida estaba lista, pusimos en el plato unicamente las que no habiamos rociado ya que las que si habian sido tocadas por el aerosol tenian un olor horrible, todavia no sabemos si era aerosol para limpiar el horno o fritolin, comimos una cada una y fueron a la basura… SI! UN KILO DE CROQUETAS DE PAPA A LA BASURAAAA!!! ERAN UN AAAAASCOOO!!! Ya quedo clarisimo que croquetas sin aceite, nunca mas!).

Afuera hacia frio y llovía, así que, cada una a su cama, al día siguiente, tocaba un largo viaje a Amsterdam.

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